En la selección de algunas canciones, surgen dudas sobre cual podría ser la mejor, la mas representativa, la que más se adapta al espíritu con que fue compuesta, pero no el caso. No hay adjetivos para calificar tanta belleza como encierra ésta de Louis y Russell Garcia’s Orchestra.
Hasta tal extremo que nadie debería ocupar un lugar junto a esta obra de arte para no devaluarla, contaminarla, como sucede con las versiones de Frank Sinatra que dejan tan lejos a sus mortales «competidores».