No se sabe bien si existió este Lolo Martínez o fué a causa de la exclusividad de los contratos que hacían a los artistas buscarse la vida con nombres falsos para llevar algo más a casa y llegar a fin de mes. Ya entonces era difícil estirar el sueldo. La cuestión es que cuando escuchas a este Manolo, te vienen ganas de volverlo a escuchar, prueba evidente de que es bueno. Es demasiado bueno para tener tan poco nombre, se diría. Sucede con la música como con el jamón. Te sacan un plato en condiciones y vuela. La gente tiene un master en jamón y en música.
Comentario pseudo-técnico-sabueso:
Que detrás de estas piezas está Stéphane Grappelli y ya se ha descubierto el pastel.
No se sabe bien si existió este Lolo Martínez o fué a causa de la exclusividad de los contratos que hacían a los artistas buscarse la vida con nombres falsos para llevar algo más a casa y llegar a fin de mes. Ya entonces era difícil estirar el sueldo. La cuestión es que cuando escuchas a este Manolo, te vienen ganas de volverlo a escuchar, prueba evidente de que es bueno. Es demasiado bueno para tener tan poco nombre, se diría. Sucede con la música como con el jamón. Te sacan un plato en condiciones y vuela. La gente tiene un master en jamón y en música.
Comentario pseudo-técnico-sabueso:
Que detrás de estas piezas está Stéphane Grappelli y ya se ha descubierto el pastel.