Claus Ogerman antes de erigirse como el arreglista de culto de las estrellas que acabó siendo, en Verve, con trabajos para Cal, Wes, Astrud, Joao Gilberto, Sinatra y Jobim, sobre todo Jobim, tuvo que realizar su particular época de meritorio, pues el camino de la emigración es duro incluso si eres alemán.
Aquí se despacha, además, con cuatro composiciones propias, destacando, la premonitoria: The Jazz Samba.